ANTOLOGÍA POÉTICA

En esta página recopilamos una selección de los poemas más especiales de nuestro padre.

 

***

A MI ESPOSA

Cada vez que se acerca este momento
en que vamos juntos al cementerio,
recordamos un poco aquel misterio
que bastante más abajo les cuento:

Mi esposa se fue al cielo con el viento
hace cuatro años en un duelo serio,
en medio de unas voces y un salterio
que traducía nuestro pobre lamento.

Mas sé que me espera, es una promesa
que nos hicimos entre los apaños
de los votos del amor que no cesa,

por eso al ir allí, con o sin daños,
la amaré de nuevo como princesa
y estaré con ella millones de años.

Mabou

firma mabou

***

782 LA ENFERMERA

A Heidi Bartel y a todas las enfermeras, auxiliares y demás de la CUARTA Planta del Hospital Santa Tecla… y a las enfermeras, auxiliares y demás del Hospital Comarcal del Vendrell

Dicen que el hombre, al encontrarse solo
en un Paraíso a su medida,
intentó descubrir una salida
al estilo de Perseo y Marco Polo;

mas no pudiendo dar una batida
y no sabiendo aún practicar el dolo,
recorrió aquel Jardín de polo a polo
en busca de la amiga de su vida.

Y no la encontró… Ningún animal
hablaba, ningún animal pensaba…
Y Dios que sabe mucho, es lo normal,

lo hizo descansar cuando peor andaba,
y en él, y para bien o para mal,
encontró a la enfermera que buscaba.

  352606
  El Vendrell, TGN, 18 de julio de 2013

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95 AL HIJO PRIMERO

a la familia, con ocasión del nacimiento de Maribel.

De entre las cosas bellas de Natura
nada más bueno ni más lisonjero
que el nacimiento del hijo primero
fruto de un amor que siempre perdura.

¿Quién puede negar la sana dulzura
que emana su cara resplandeciente
o valorar su boquita sonriente
que transforma en contento la amargura?

La hermosa figura de la cunita
es promesa futura de consuelo
y su alma infantil, sencilla y bendita

es promesa de trabajo y de anhelo.
¡Sabio y real es el padre que medita
en el mensaje de su pequeñuelo!

***

326 PÓQUER DE HIJOS

a la familia y a mis cuatro hijos.

He tenido cuatro hijos prodigiosos,
de esos que uno enseña en algún momento
en que nos encontramos perezosos
abrazando una mesa de cemento
mientras degustamos aquel café
que dicen que remata el alimento:

El primero, la primera (aún no sé
porque siempre me estoy refiriendo a él;
tenía que haberse llamado José,
pero acordamos llamarla Isabel),
fue una criatura dulce y encantadora,
con rasgos dibujados a pincel
y profunda mirada soñadora.

Su carita en el fondo de la cuna
(una especie de caja de Pandora
en la que cabían el sol y la luna),
era tan sincera, abierta y expresiva,
que aquellos que tuvimos la fortuna
de contemplarla casi en exclusiva,
descubríamos una gracia en una hora,
aunque fuese corta o intempestiva,
y otra muy distinta y cautivadora
al segundo o en el momento siguiente.

Es verdad, vino a ser como la aurora
es para cada país o continente:
¡Una esperanza de hoy para el mañana…!
Ah, tendríais que haber visto el primer diente,
¡sólo faltó voltear una campana!
No sólo congregó a los vecinos
tirando la casa por la ventana,
sino que modificó los destinos
de planes, proyectos y pensamientos.

Alguien dejó escrito que los caminos
se formaban por cientos y cientos
de pequeños detalles cotidianos.
Cierto, aquellos fueron momentos
en que la mayoría de los humanos
además de sentirnos realizados,
besamos y estrechamos nuestras manos…
Luego vinieron los días complicados,
las primeras fiebres, gritos y sustos,
pero gracias a Dios y a sus cuidados
todo pasó y creció sin más disgustos.

¿Su carácter? Es Leo para más señas,
es tan firme como aquellos arbustos
que quieren ver el sol entre las peñas.
Sí, sabe lo que quiere y lo consigue
aunque haya que cogerlo por las greñas.
De todas formas y para que esto ligue,
queda por decir que no sólo es clara,
despierta y dócil, sino que persigue
cualquier injusticia , que usa la vara
sin calcular riesgos aun a sabiendas
que siempre hay una cruz tras una cara.

La segunda, como igualando riendas,
también fue una chica preciosa y plena:
Recuerdo que habíamos ido de tiendas
y estábamos preparando la cena
casi sin ganas, pero enamorados,
cuando tomamos parte en una escena
con tramoya, reparto y decorados
dignos del mejor director de cine.

Es cierto que estábamos preparados
y que, creerme, hasta yo mismo previne
cualquier emergencia, cualquier detalle,
pero nunca pensé en el alucine
que provocamos todos en la calle
obligados por algo tan normal
como el venir a morar a este valle.

Así que, llegamos al hospital,
sin mentalizar y sin canastilla,
pero lo hicimos con una moral
digna de un Comendador de Castilla.
Después, pasadas las horas en zona,
pudimos ver la octava maravilla:

Cara redonda, nariz respingona,
ojos grandes… abarcándolo todo,
viéndolo todo como una persona
que tiene prisa y camina a su modo.
Su hermana, que se había vuelto mayor
por su nacimiento, inventó el apodo
que al cabo del tiempo aún tiene valor
(de María de los Ángeles a Cates…
el cambio parece consolador
pues la gente normal, y hasta los vates,
encuentran la luz en estas salidas).

Creció como todos, tuvo combates
de los que nos dejan marcas y heridas
y de los que, encima, son tan extraños
que aunque tuviésemos doscientas vidas
no podríamos recuperar los daños
que desorientan tanto a los sentidos,
que pueden convertirnos en huraños
o en modelos un tanto consentidos.

Y por si fuera corto el recetario
o vertiese conceptos no sabidos,
debiéramos saber que es sagitario
y que no sólo está honrada de serlo,
sino de propagar su calendario.

El tercero, ahora sí que podéis verlo,
es Miguel Ángel, que si vino tarde,
y un poco sin llegar a pretenderlo,
consiguió ser como la brasa que arde
que libera su energía cuando sube
(bueno, creo que no es malo hacer alarde
no sólo de las dos hijas que tuve,
sino del hijo que esperamos tanto).

Al verlo, me sentí bajo la nube
que guiada por el Espíritu Santo
consiguió el milagro de aquel mar Rojo.
Y no es eso todo, después del llanto,
y comprobado el sexo sin sonrojo,
recibí unas mil felicitaciones
(las mismas que casi siempre recojo
en encuentros, paradas y ocasiones
como la que ahora nos está ocupando).

El destino nos da ciertas lecciones
que deberíamos ir aprovechando
si queremos ser hombres consecuentes
y el tener más de un hijo, estoy pensando,
no puede acarrearnos inconvenientes.
Pero estaba hablando del nacimiento.

Aquellos que dicen no estar pendientes
de sus otros hijos, o hablan al viento
o se equivocan; nosotros le dimos
el mismo cariño, el mismo aliento
(¿y por qué no también los mismos mimos?)
a las dos primeras como al tercero.

Así fue como entre todos crecimos
y como habilitamos el sendero
de lo que es nuestra tribu familiar.
Mas, como casi nada es duradero,
esta especie de canto ha de acabar
quemando a lo mejor la última fibra
por aquello que conviene indicar
que no sólo su carácter es Libra,
sino sus acciones y pensamientos.

Quiero decir con esto que calibra
habilidades y conocimientos
y hasta los más escondidos destellos
que le harán despuntar entre quinientos.
Así que estos son nuestro trío de sellos,
trío de ases, únicos, y muy buscados,
que componen nuestra herencia. Con ellos,
no sólo nos sentimos realizados,
como ya hemos dicho, sino completos
y, quizá, ligeramente envidiados.

Pero, sigo con todos los respetos,
aunque parezca difícil y extraño,
aún ganamos este juego de retos
convirtiéndolo en rojizo castaño
(sabemos que el póquer es más jugada
que el trío que estamos alabando). Un año
de esos que casi nunca pasa nada,
estábamos en paz y en vacaciones
y a punto de acabar la temporada,
cuando una tormenta de agua y emociones
sorprendió nuestra tranquila existencia
con nuevas y felices ilusiones:

Aquella noche de autos (por decencia
no explico los detalles ni los hechos),
en medio de truenos de alta frecuencia
que explotaban encima de los techos,
concebimos a la cuarta y última hija
como para avalar nuestros derechos
(aquí, el que tenga fuerzas que corrija
nuestra idea del mandamiento divino
o que calle para siempre. La lija,
el papel de lija de cualquier sino,
tiene dos caras y hasta dos versiones:

Una es la que rige nuestro destino
haciendo que tomemos decisiones
según sea la normativa cristiana,
y la otra es vivir sin obligaciones
que suelen traer los hijos). La mañana
que lo supimos, reunidos los nuestros,
les dijimos que tendrían una hermana.

Desconozco si alguna vez los vuestros
han pasado por la misma experiencia,
pero os juro que hasta sabios y maestros
alaban cualquier signo de inocencia.
Aquel momento, pues, fue una delicia.
No sólo nos mostraron su paciencia
mientras les dorábamos la noticia
con voces más o menos convincentes,
sino que ya la llamaron Alicia
desde el momento en que fueron conscienzes
que venía a compartir su continente.

De manera que fuimos obedientes
y Alicia se llamó, naturalmente.
Su venida fue un acontecimiento
tan grande, magnífico y diferente
que muchos hacen de su nacimiento
el ejemplo a seguir desde aquel día.

Cuando nació, ya he dicho que no miento,
sentimos una especie de alegría
que nos hizo entender la primavera
(bueno, al menos, así nos parecía).
Su cara morena fue la bandera
de los que tratando de jugar fuerte
intentan combinar una escalera
y ligan, por azares de la suerte,
un póquer de ases, de hijos, memorable.

Alicia fue ese postre que convierte
una buena cena en inmejorable,
una buena comilona en mejor.
De manera que es muy poco probable
ganarme sin conseguir el color.

Además, es Aries… quizá no es nada,
pero en un mundo tan falto de amor
encontrar una mujer sosegada
es topar con un jardín del desierto
o con una perla recién lavada…
Acabo de poner al descubierto
mis cartas, cuatro buenos argumentos
que si no me convierten en experto
es porque en este, como en otros cuentos,
no prospera quien más lo merece,
sino aquel que sabe beber los vientos
del político de moda que crece
o del jefe del timón regalado.

De todas formas, no es normal que empiece
a quejarme ahora; por lo que he contado
y por lo que me queda por vivir,
no puedo estar ni triste ni amargado.
Dios ha estado en mi entrar y en mi salir,
soy lo que soy y para ser concretos,
creo que sólo queda por descubrir
el juego que puedan darme mis nietos.

191136

Barcelona, 11 de febrero de 1992

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37. Dicen que me quedé quieto…

(mi reacción a la noticia de que iba a ser abuelo por primera vez)

Dicen que me quedé quieto,
que al saberlo, abrí los ojos
dejando ver los antojos
guardados para mi nieto.

Dicen que me quedé quieto,
sin saber que responder…

Luego, el deseo del deber,
o no sé que maravillas,
me hizo doblar las rodillas
y comenzarlo a querer.

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335 PAREJA DE NIETOS

(mi reacción a la noticia
de que iba a ser abuelo
por segunda vez y el deseo
de que lo fuese de una niña).

Si difícil fue loar al primer nieto
por lo grande que fue nuestra sorpresa,
más difícil será la nueva empresa,
pues el uso erosiona cualquier reto.

Mas como estamos ya en otro cuarteto
y mucha ilusión se conserva ilesa,
es bueno que cumplamos la promesa
de acabar de hilvanar este soneto…

Lo supe un día que parecía incompleto,
un día de esos con la cabeza espera
y el corazón encallecido y quieto

por las auras del rayo que no cesa,
mas dije: Ahora sí que daré respeto,
soy abuelo de un rey… ¡y una princesa!

191205   Barcelona, 3 de abril de 1994

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522 MÁS NIETOS
a Ramón y Ada.

No penséis que los dejé en la estacada,
pues los nietos siempre serán los nietos
y tanto si es Ramón como lo es Ada
tienen mi amor y mis respetos.

Si ésta, a la guitarra, parece una hada,
aquél un príncipe de los sonetos,
a ésta le gusta bastante la almohada
a él los juegos más o menos inquietos.

Son una pareja bien conjuntada,
aunque, eso sí, no se están nunca quietos,
pero es normal, una vida agitada

les ayuda a concebir ciertos retos.
Bueno, esta es una historia bien contada
de la segunda pareja de nietos.

192194
Segur de Calafell, Tarragona, 29 de marzo de 2011

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439 QUINTO NIETO

Posible nacimiento del quinto nieto.

La verdad, dicen que me quedé quieto
al momento de saber la noticia,
que pronto mi pequeña y dulce Alicia
me iba a dar de una vez el quinto nieto.

Sé que todo el lote aún no está completo
y que nos queda un hijo, que en justicia,
también puede esperar una caricia
que bien podría empezar otro quinteto.

De todas formas, feliz el abuelo
que en vez de ser un pesado discreto
parece que va dejando en el suelo

un gran apellido y un sentir concreto:
¡Qué los nietos son el mejor consuelo
del abuelo, dicho sea con respeto!

192096
Segur de Calafell, Tarragona, 22 de enero de 2010

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538 ¿CÓMO SE LLAMA?

a Max con motivo de su dieciocho ANIVERSARIO.

Me piden que dibuje en un soneto
la vida y los milagros de mi nieto…
Pocas veces me he visto en tal aprieto
pues su edad no me cabe en un boceto.

Mediodía de un seis de julio…, en secreto
su abuela y yo, nerviosos, y no miento,
veíamos ya el esperado nacimiento
para aplicar con gracia el alfabeto,

sin otra razón y sin otro objeto
que escogerle el mejor nombre, además,
el aire de la sala estaba quieto…

Cuando nació fuimos con los demás
para abrazar a nuestro primer nieto,
mas al vernos, su madre gritó: ¡Es Max!

192214
Segur de Calafell, Tarragona, 6 de julio de 2011

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643 LOS PELDAÑOS

A Rebeca Finger Bou, con motivo de su 18 aniversario.

Sales a la calle cada mañana
como la aurora en la dehesa,
con ojos, pelo y labios de princesa
que hasta podrías reinar de buena gana.

Para eso debes subir los peldaños
que marca la vida muy poco a poco,
porque no hace falta correr tampoco
pues acabas de cumplir dieciocho años.

Tiempo vendrá en el que la frágil rueca
de la edad desgrane todos los hechos
y entonces sabrás, querida Rebeca,

que los amores, aun los más estrechos,
aquellos que dejan la boca seca,
pueden llegar a inflamar nuestros pechos.

352383
Segur de Calafell, Tarragona, 10 de noviembre de 2012

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623 ANIVERSARIO

al setenta y siete aniversario.

Otro año más, y van setenta y siete…
Nací en un cómodo lugar cristiano,
crecí llevando a Cristo de la mano
ganado por aquello que promete

como puede prometer un hermano.
Muy joven lo acepté como Señor
y como suficiente Salvador.
Hoy recordando el momento lejano

al fin puedo agradecer y agradezco
su terrible muerte en aquel madero
sabiendo muy bien que no lo merezco.

Por eso y otras razones soy el primero
en bendecir su alma, pues le obedezco
con mi agradecimiento más sincero.

352347
Segur de Calafell, TGN, 11 de marzo de 2012

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641 LA CONVERSACIÓN

Diálogo imaginario entre mi difunta mujer y yo.

—¡Ojalá supiera olvidar el llanto…!
Sé que fue tu hora y que Dios te ha
llamado
para seguir existiendo a su lado,
mas nunca pensé que doliera tanto.

—No llores por mí —parece decir
ella—. Estoy en un lugar lleno de luz,
descansando al final junto a la cruz
de aquel Jesús que me ayudó a subir.

¡Quiero que seas feliz, que estés contento,
amigo, y cuando te toque venir
después de agotar el último aliento,

te espero aquí y así volver a vivir
para cantar los dos juntos al viento
que jamás volveremos a morir!

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Segur de Calafell, Tarragona, 30 de abril de 2012

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652 TUVE AMORES CON UNA ZAGALA

A mi mujer.

Yo tuve amores con una enfermera,
pero la muerte me la arrebató,
mas no me importa que se me muriera
pues su imagen en mi pecho quedó.

Esto dice cierta canción ligera,
pero su mensaje me impresionó…
Ved: Mi mujer era cartagenera,
mas al llegar aquí me enamoró

y pronto aceptó ser mi compañera.
Tras un noviazgo que me emocionó
nos casamos en plena primavera

siendo un ejemplo que a todos gustó.
Ya veis, quise a una mujer de primera,
pero la muerte me la arrebató…

352396
Segur de Calafell, Tarragona, 17 de mayo de 2012

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661 EL MILICIANO

Algo de mi vida.

Dicen que nací pobre y preocupado
en medio de una guerra fraticida,
dos partes del país se habían enzarzado
en una lucha cruel y sin medida.

Fuimos al pueblo recién ocupado
donde había la familia más querida,
pero hubo un miliciano malcarado
que me dijo con voz medio partida,

que puesto que ellos nos habían ganado
eran dueños de la ocasión perdida
y de todos los bienes del condado…

Luego crecí en medio de una movida
y aquí estoy, pensionista jubilado,
viendo de lejos avanzar la vida

352417
Segur de Calafell, Tarragona, 20 de junio de 2012